Chiclayo,
departamento costero del Perú, no es solo visitado por sus playas, ya que como
todo el territorio blanquirojo alberga diversos micro climas. Así la naturaleza
se manifiesta y ofrece diversos tipos de turismo, según el gusto y el tiempo disponible
en el itinerario del turista.
A
cuatro horas de la “Ciudad de la Amistad”, después de haber disfrutado de un
sol frente al mar con aguas cálidas y
haber caminado 695 metros mar adentro por el Muelle de Pimentel, se encuentra el Refugio de Vida Silvestre Laquipampa.
Para
llegar a este destino, donde la pava aliblanca, el oso de anteojos, el cóndor
andino y el venado, animales exóticos, son protegidos después de haber sufrido
una caza indiscriminada, realizada por los mismos pobladores de los caseríos
cercanos a la reserva. Primero se debe llegar a Ferreñafe, a 30 minutos de la
Ciudad de Chiclayo.
En
Ferreñafe, entre las avenidas Tacna y Grau se encuentra el único terminal hacia
Incahuasi, que en español significa “la casa del Inca” y donde hace suficiente
frio para sembrar y cosechar papas. Este se ubica a dos horas más de viaje del
caserío de Laquipampa, siendo el único medio para viajar.
Al
llegar al terminal existen dos opciones, esto según la hora de llegada. La
primera es ir en la parte superior de la volva de un camión, sentado sobre un
palo de madera y bajo los pies, la carga de sacos o ganado. La segunda opción
es una combi, pero solo sale a las 8:00 am, 1: pm, 5 pm, o según la demanda, ya
que deben de contar con un mínimo de 10 pasajeros.
Después
de 3 horas y media de trayecto, en la que una hora es por pista y lo restante
por tocha, es decir un camino estrecho y rústico. Donde, en cada curva el
chofer toca la bocina para evitar chocar y caer a un abismo o estacionarse a un
lado para permitir al otro seguir su rumbo.
No
obstante, la lista de los visitantes al Refugio de Vida Silvestre Laquipampa ha
incrementado. Los visitantes al bajar del camión o de la combi en el caserío de
Laquipampa observaron frente a ellos un cerro que en la parte superior derecha presenta
el perfil de un Inca.
El
año pasado, 1576 turistas se aventuraron a convivir con la naturaleza en esta área
protegida. ¡Hoy, súmate tú también! Puedes realizar ecoturismo, aviturismo,
turismo científico y de naturaleza. Laquipampa te regala hermosas vistas de
paisajes y largas caminatas.
El
Refugio de Vida Silvestre Laquipampa fue creado para la conservación de la pava
aliblanca, especie que se creyó extinta durante 100 años, pero que fue
redescubierta en 1977. Conserva también una muestra representativa del bosque
seco de montaña y sus zonas de vida, además de la protección y recuperación de
especies en peligro de extinción.
Una
zona privilegiada para los amantes del trekking. Sin embargo, ten siempre
cuidado. Entre toda la vegetación se encuentra el Hualtaco, árbol que si tu
piel tiene contacto con él te saldrán llagas, nada que ponga en peligro tu
salud. O quizá el “amor seco”, planta de solo espinas que se pegan a la ropa.
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