jueves, 30 de agosto de 2018

Canta




A dos horas de Lima se encuentra la provincia de Canta, a solo 101 kilómetros de distancia. ¡Imposible no disfrutarla en un fin de semana! Además, no es necesario llegar al mes de vacaciones de cada año, alista tu mochila con lo esencial y ¡Ponte en marcha! 

Indudablemente el turismo es un potente motor para la economía de esta región, esto se demuestra en que los últimos años la población está recibiendo cada vez más turistas tanto nacionales como internacionales. Su clima favorable, sus ruinas, su historia, mitos y leyendas lo hacen atractivo e ideal para escapar de la capital, estando en ella.

Los visitantes buscan salir de la rutina y poder aventurarse en la naturaleza, conviviendo con la flora y fauna silvestre. Respirando aire fresco y deleitando la vista con hermosos paisajes de lagunas, nevados y ruinas arqueológicas.

Por otro lado, si lo tuyo no son las caminatas largas puedes subirte a un caballo, pero por nada del mundo pongas excusas y dejes de visitarla. OJO. En Semana Santa, la población de Canta tiene como costumbre celebrar la “Fiesta de las cruces” En la cual no vale hacer trampas, todos deben caminar, para poder purificarse y limpiarse de los pecados.

Durante la peregrinación, un grupo de 5 hombres llevan cargando en hombros una cruz de tres metros, por el camino de herradura. Junto con ello, van el anda y la estatua de la Virgen de Natividad. Ese es el momento en que todos comienzan a correr cuesta abajo. Nadie debe quedarse detrás de la cruz.

Los mayordomos, encargados de la fiesta, son los que castigan a los devotos que se retrasan, pegándoles con látigo o en el peor de los casos con ortiga. Sin embargo, no todo es castigo, durante el camino de herradura se encuentran cruces verdes cada cierto trecho, las cuales significan que los asistentes pueden parar a descansar.

El traje de danza de los Chunchitos

Esta danza se baila generalmente en el mes de setiembre para las fiestas patronales de la Virgen de Natividad con el niño Chaperito y en la fiesta del Señor de los auxilios.

El traje de los danzantes muestra un mestizaje de diferentes culturas, que denota que mucho antes de la llegada de los españoles a nuestro país, las transacciones comerciales entre la costa y la selva no eran imposible, pese a su lejanía y a los peligros que esta suponía. Por ello, en ambos trajes, tanto para el hombre y la mujer se puede observar plumas multicolores de las aves exóticas, que las personas de la sierra de Lima no apreciaban en su entorno.

El traje de la mujer lleva una corona de plumas y objetos con representación del sol y la luna, quienes eran sus dioses. En la actualidad, representa una combinación de aquella época con la actual, ya que este traje también tiene bordado la imagen de la Virgen María y el niño Jesús.

Por otro lado, el traje del varón, también cuenta con una corona de pluma multicolores. La diferencia se encuentra en la flecha que lleva en la mano derecha, que significa el poder que tiene al sustentar a su familia, como jefe de ella.


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