A dos horas
de Lima se encuentra la provincia de Canta, a solo 101 kilómetros de distancia.
¡Imposible no disfrutarla en un fin de semana! Además, no es necesario llegar
al mes de vacaciones de cada año, alista tu mochila con lo esencial y ¡Ponte en
marcha!
Indudablemente
el turismo es un potente motor para la economía de esta región, esto se
demuestra en que los últimos años la población está recibiendo cada vez más
turistas tanto nacionales como internacionales. Su clima favorable, sus ruinas,
su historia, mitos y leyendas lo hacen atractivo e ideal para escapar de la
capital, estando en ella.
Los visitantes
buscan salir de la rutina y poder aventurarse en la naturaleza, conviviendo con
la flora y fauna silvestre. Respirando aire fresco y deleitando la vista con
hermosos paisajes de lagunas, nevados y ruinas arqueológicas.
Por otro
lado, si lo tuyo no son las caminatas largas puedes subirte a un caballo, pero
por nada del mundo pongas excusas y dejes de visitarla. OJO. En Semana Santa,
la población de Canta tiene como costumbre celebrar la “Fiesta de las cruces”
En la cual no vale hacer trampas, todos deben caminar, para poder purificarse y
limpiarse de los pecados.
Durante la
peregrinación, un grupo de 5 hombres llevan cargando en hombros una cruz de
tres metros, por el camino de herradura. Junto con ello, van el anda y la estatua
de la Virgen de Natividad. Ese es el momento en que todos comienzan a correr
cuesta abajo. Nadie debe quedarse detrás de la cruz.
Los
mayordomos, encargados de la fiesta, son los que castigan a los devotos que se
retrasan, pegándoles con látigo o en el peor de los casos con ortiga. Sin embargo,
no todo es castigo, durante el camino de herradura se encuentran cruces verdes
cada cierto trecho, las cuales significan que los asistentes pueden parar a descansar.
El traje de
danza de los Chunchitos
Esta danza se baila generalmente en el mes de setiembre para las fiestas
patronales de la Virgen de Natividad con el niño Chaperito y en la fiesta del Señor
de los auxilios.
El traje de los danzantes muestra un mestizaje de diferentes culturas,
que denota que mucho antes de la llegada de los españoles a nuestro país, las
transacciones comerciales entre la costa y la selva no eran imposible, pese a
su lejanía y a los peligros que esta suponía. Por ello, en ambos trajes, tanto
para el hombre y la mujer se puede observar plumas multicolores de las aves
exóticas, que las personas de la sierra de Lima no apreciaban en su entorno.
El traje de la mujer lleva una corona de plumas y objetos con
representación del sol y la luna, quienes eran sus dioses. En la actualidad, representa
una combinación de aquella época con la actual, ya que este traje también tiene
bordado la imagen de la Virgen María y el niño Jesús.
Por otro lado, el traje del varón, también cuenta con una corona de
pluma multicolores. La diferencia se encuentra en la flecha que lleva en la
mano derecha, que significa el poder que tiene al sustentar a su familia, como
jefe de ella.
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