Complejo Arqueológico
de Kuélap
La misteriosa Fortaleza de Kuélap es un tesoro construido en
piedra, que se asienta en medio del paisaje inigualable de la selva montañosa
del departamento de Amazonas. La fortaleza en las nubes, es el legado de la
cultura Chachapoyas y su estructura, que se siente muy cerca del cielo, es
anterior al incanato.
Por su ubicación y estructura se cree que servía como centro
de refugio contra los enemigos del pueblo de Cónlap, la antigua aldea que se asentaba cerca de allí. Desde la
cima de Kuélap se puede contemplar la gran muralla que rodea la ciudadela, con
paredes de 20 metros de alto.
El centro arqueológico cuenta con tres puntos de acceso. En
la entrada principal se ubican varios bloques de piedra que fueron tallados con
rostros, serpientes y otros seres míticos de simbología religiosa.
Los edificios de mayor importancia en Kuélap son: El
Torreón, que mide siete metros de altura y ofrece una gran vista panorámica de
toda la zona; y El Tintero, que tiene la forma de una botella y sirvió como centro
astronómico y mausoleo.
Este destino es ideal para toda la familia, pues el teleférico
es una opción de acceso muy cómoda y segura, ideal para niños y adultos mayores.
Para visitar este lugar se puede volar hasta Jaén o Tarapoto,
y luego viajar por tierra hasta Chachapoyas, para luego tomar un auto hasta el sistema
de teleférico. Para los que gustan del trekking, la otra opción es tomar un
auto desde Chachapoyas hasta el pueblo de Tingo; y a partir de allí, empezar
una caminata de cuatro horas hasta la entrada al complejo.
Esta enorme caída de agua es la decimoquinta más grande del
mundo. Mide 771 metros y es llamada como “La Chorrera”, por los habitantes de
la zona. Para llegar a su piscina, se debe realizar una caminata de aproximadamente
seis horas a través de espesos bosques cubiertos de la neblina que genera la
catarata.
Durante el trayecto se atraviesan otras 22 cataratas, pero
no tan impresionantes como la de Gocta. Además, se puede disfrutar de la flora
propia del lugar, como las orquídeas, líquenes y musgo. Los guías son parte de
una organización comunal que comparten las historias y mitos de su pueblo,
mientras acompañan a los visitantes en su travesía.
La región montañosa de Amazonas se encuentra un agujero en
la pared de una montaña. Este hoyo tan solo tiene cinco metros de diámetro,
pero es la entrada al mundo subterráneo de la Caverna de Quiocta, que se
extiende durante 560 metros debajo de las montañas de la Cordillera de los
Andes.
Esta creación de la madre naturaleza fue descubierta por
lugareños buscadores de orquídeas y cuenta con siete cámaras. Allí se pueden
apreciar se pueden contemplar pinturas rupestres y restos óseos de animales y humanos.
Además, las enormes estalactitas y estalagmitas configuran estatuas esculpidas
caprichosamente.
Ellas han sido nombradas de acuerdo a sus curiosas formas, así
se puede apreciar figuras como: el inca, el faraón, el ángel, el cementerio o
el lanzón. Cada cual puede liberar su imaginación y encontrar otras imágenes en
las rocas que componen todo el ambiente.
Para visitar este destino es indispensable vestir botas de
agua, pues el suelo de la caverna es notablemente húmedo. Las linternas también
son un instrumento necesario para explorar con comodidad este atractivo natural.
Ambos objetos son alquilados por la Asociación de Turismo Pucatambo de Lámud.
Consejos para su
viaje
Se recomienda visitar cualquiera de estos lugares entre mayo
a septiembre para evitar la época de lluvias. Deben llevar bloqueador solar,
gorro y lentes para protegerse del sol.
0 comentarios:
Publicar un comentario