En
el Perú son mas conocidas las pirámides de Caral, las Moche y las de
Lambayeque. Pero en la ciudad de Vilcashuamán, a 120 km al sur de Ayacucho, deslumbra una
estructura que a simple vista es una pirámide:
Cada
28 de julio se celebra una fiesta, y no solo por las fiestas patrias, sino por
la celebración del Vilcas Raymi, muy diferente al muy conocido Inti Raymi,
donde es una celebración al sol, y celebrada cada fin de mes de junio.
El
Vilcas Raymi representa la victoria de los incas sobre los chancas, conocidos
como un pueblo guerrero y el más difícil de conquistar. Con escenas de batalla
con fuego, en medio de los muros incaicos caracterizados por sus piedras
finamente talladas que encajan perfectamente.
Al
finalizar, el inca victorioso se dirige al Ushnu, construcción de varios
complejos incas usadas para rituales. Como en toda construcción incaica
sorprende la arquitectura simétrica. Aunque ¿podria llamársele pirámide?
Desde
la cima se debe tomar el tiempo para admirar los vestigios de la ciudad de
Vilcashuamán, fundada en el siglo XV por Pachacútec. Y donde también se puede
apreciar el imponente Templo del Sol, y sobre el cual se erige la iglesia de
San Juan bautista.
Las
escaleras te dirigen a la cima, directamente al sillón de piedra donde se
sentaba el Inca y la Colla para precenciar las ceremonias religiosas y
militares. Según las crónicas estaba adornado de joyas de oro y piedras
preciosas. Y ahora es el lugar preferido para los visitantes.
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